FILO 2529 Filosofía Analítica

¿Cómo se relacionan el mundo y las palabras que usamos para describirlo? ¿Es nuestro lenguaje un vehículo adecuado para establecer esa relación y para expresar el pensamiento? ¿Qué papel juega la verdad en todo este proceso? Ninguna de estas preguntas es nueva en la historia de la filosofía y cada periodo filosófico ha ofrecido sus propias respuestas. Sin embargo, el interés contemporáneo por el lenguaje como tema fundamental de la filosofía surge  a finales del siglo XIX y se desarrolla en las primeras décadas del XX con el trabajo conjunto de filósofos, matemáticos y científicos. Gran parte de ese florecimiento se debe a la renovación en la lógica en la que Frege y Russell tuvieron un papel determinante, no sólo por su obra sino por su influencia intelectual en autores como Wittgenstein.

Una de las implicaciones inmediatas de esta nueva corriente fue el surgimiento de diversos movimientos filosóficos como el atomismo lógico con su teoría fenomenalista de la realidad y su distinción epistemológica entre conocimiento por familiaridad y por descripción. El otro movimiento importante, el empirismo lógico de talante claramente anti-metafísico, esgrimía un método según el cual muchos de los problemas tradicionales de la filosofía se formulaban en un lenguaje que bordeaba el sinsentido y que no resistía el examen lógico-lingüístico.

Este curso recorre esos primeros años de la tradición analítica. En la primera parte se estudiarán las conexiones entre lenguaje y mundo a partir del concepto de “referencia” o “denotación” y sus implicaciones epistemológicas y metafísicas. La segunda parte está dedicada a reconstruir las principales tesis de la relación entre significado, sentido y verdad que establece uno de los libros más enigmáticos e influyentes del siglo XX, el Tractatus Logico-Philosophicus. En la tercera parte se presentará la interpretación de algunas de sus tesis por el  positivismo lógico y por ciertos filósofos de tendencias pragmatistas y se concluirá con algunas críticas formuladas por Quine a dos de los pilares positivistas, la relación entre significado y verificabilidad y la distinción analítico-sintético.

Créditos

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Instructor

Barrero Guzman Tomas