FILO-2547 Figuraciones del Futuro

La experiencia del futuro tiene que ver con la condición temporal de la vida; alude a lo que está porvenir y puede llegar a ser en medio de la contingencia, vulnerabilidad, y fluidez que se dan en un mundo relacional, finito, y que no permanece el mismo. Lo que está por venir está por supuesto vinculado con lo que ha pasado, persiste en el presente y puede perdurar; acontece siempre en medio de condiciones de existencia. Pero nunca queda condicionado por completo: son tan complejas, enmarañadas y contingentes las relaciones del mundo que lo que puede pasar guarda siempre un margen de indeterminación e incalculabilidad. Esta imprevisibilidad del futuro se reconoce afectivamente: con ansiedad, miedo, angustia, esperanza, entusiasmo, ganas de cambiar las cosas. De ahí que el deseo, la promesa, la posibilidad de transformación, la utopía -y también el optimismo, el pesimismo o el cinismo- estén vinculadas con la dimensión del futuro.

Hoy en día, lo sabemos, el futuro se ha vuelto problemático. La devastación ecológica progresivamente acentuada, la experiencia de habitar territorios cada vez más contaminados y empobrecidos, y desde formas de vida continuamente precarizadas, han hecho tangible la experiencia de que “no hay futuro”. Esta realidad se fue configurando en un mundo crecientemente preocupado por anticipar el riesgo, moderar la incertidumbre y la imprevisibilidad, a través de formas de planificación que apuntan a regular lo que puede ser en operaciones predictivas orientadas por lógicas indefinidas de progreso y crecimiento, insostenibles en un mundo finito. El cierre del futuro también se ha producido por este afán de controlar lo que puede pasar. Aquí se impone la idea de que sólo hay un futuro, presuntamente anticipable.

Diversas aproximaciones filosóficas, de tiempo atrás, cuestionaron esta experiencia de cierre del futuro, consideraron sus efectos ético-políticos, y las narrativas de las que depende. Tendencialmente las vincularon con figuraciones del tiempo lineales, totalizantes, negadoras de la contingencia, de la potencia disruptiva de los acontecimientos y de la imaginación política. En esta línea se encuentran autorxs tan disímiles como Nietzsche, Bergson, Benjamin, Foucault, Arendt, Ranciére, Derrida, Stengers, Haraway, entre otras voces que insistieron en la importancia de pensar lo porvenir como horizonte indeterminado de transformación, en el que puede aún acontecer lo que ha quedado oprimido o truncado.

Créditos

2 créditos

Instructor

Laura Quintana

Periodo en el que se ofrece el curso

202310

Idioma en el que se ofrece el curso

Español