En la historia de la humanidad, las denominadas “grandes civilizaciones” han jugado un papel importante al servir de marcos de referencia para muchas otras sociedades. Tal es el caso, por ejemplo, del impacto aun persistente de la “civilización griega” en las sociedades occidentales. Por ello, entender cómo han surgido y cómo se han desarrollado las diferentes civilizaciones, es una tarea de investigación no solo importante sino fascinante, a la que este curso busca contribuir rastreado la historia de tres de las grandes civilizaciones americanas como son la Maya, la Azteca y la Inca, buscando al tiempo desentrañar y precisar las complejas relaciones que hoy en día establecemos con ellas. En este sentido, preguntas relevantes que nos haremos en el curso comprenden temas como ¿Son estas civilizaciones hoy en día referente identitario de los “americanos”, de los mesoamericanos, de los mexicanos, de los peruanos, de los guatemaltecos, etc.? ¿Son solo “civilizaciones pasadas” y como tal solo referentes arqueológicos importantes para el turismo cultural? ¿Acaso están vigentes las perspectivas ideológicas religiosas y culturales de estas civilizaciones en nuestras sociedades y estados nacionales contemporáneos, los que en su mayoría se han definido como plueriétnicos y multiculturales? Quienes se reclaman herederos de estas civilizaciones ¿tienen derechos especiales sobre los restos materiales de lo que fueron estas civilizaciones?
La perspectiva del curso es de carácter comparativo, y por ello se analizarán para cada caso, los aspectos sociales, políticos y económicos de manera que sea posible evaluar las diferencias y similitudes existentes entre las trayectorias seguidas por éstas civilizaciones, incorporando un análisis de las perspectivas contemporánea sobre las misas.
Para alcanzar este objetivo, el curso presta atención especial al medio ambiente, a los sistemas de producción de alimentos, a las obras de infraestructura, a la arquitectura doméstica (viviendas) y pública (templos, centros de gobierno), a los aspectos de la vida cotidiana como la producción de cerámica, metalurgia y textiles, y a los aspectos religiosos e ideológicos en general.
Puesto que parte importante de la información disponible para la reconstrucción de estas civilizaciones proviene de excavaciones arqueológicas y no de fuentes escritas, en el curso se hace énfasis en los métodos y técnicas de esta disciplina, mostrando así el aporte que la arqueología hace a la comprensión del desarrollo de la humanidad. En este sentido, el curso es una oportunidad e invitación a preguntarse sobre conceptos como “conocimiento objetivo” y “verdad histórica”, a reflexionar sobre el concepto mismo de HISTORIA -en mayúsculas-. En otras palabras, ¿Cuál historia(s) es (son) la(s) que contamos y construimos hoy en día sobre
estas civilizaciones? ¿Quién escribe esa(s) historia(s)?
Tomando en consideración que los innumerables y monumentales restos de estas civilizaciones plantean un reto en términos de la conservación y preservación para el futuro sobre todo si los asumimos como “Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad”, y que existen también grupos humanos contemporáneos que ven y reclaman estos como parte de su “herencia viva”, el curso invita a la reflexión sobre las implicaciones que ambas circunstancias generan en materia social y política contemporánea.
El curso ofrece entonces un espacio para reflexionar sobre el proceso de evolución cultural en general, y responder inquietudes sobre el camino seguido para alcanzar el estado de las sociedades contemporáneas, estableciendo como objetivos generales, los siguientes:
1. Caracterizar las trayectorias históricas de las civilizaciones maya, azteca e inca en lo político, lo económico, lo cultural y lo social.
2. Sensibilizar a los estudiantes sobre la naturaleza y aportes que hacen la investigación arqueológica y la etnohistórica a la comprensión de las civilizaciones antiguas y a cómo establecemos las relaciones presentes con ese pasado.
3. Promover una actitud de respeto por la diversidad cultural tanto a nivel de lo estético como de lo político, del lenguaje y de lo ideológico religioso. Esto a partir de entender que las interrelaciones entre los restos arqueológicos de las tres civilizaciones estudiadas y los habitantes contemporáneos de las zonas geográficas en las cuales estos se hallan, se estructuran a partir de una línea argumental según la cual entre el pasado distante y elpresente y futuro cercano, hay conexiones histórico-culturales profundas y que nuestras
perspectivas y acciones contemporáneas tienen consecuencias políticas, sociales y económicas directas sobre millones de individuos que se reconocen como herederos de estas civilizaciones y de sus tradiciones culturales.
4. Entender cuáles son las implicaciones políticas y sociales contemporáneas de la conservación del patrimonio arqueológico representado por los restos materiales y el patrimonio inmaterial asociado de estas civilizaciones.