HART2111 El Retrato
Usado por los egipcios en un contexto fúnebre y desarrollado por los romanos como una forma de preservar la memoria y el recuerdo de sus familiares, el retrato –entendido como la representación de un individuo específico, por lo general haciendo énfasis en su rostro u otras marcas que lo identifican de forma única y particular— ha sido uno de los géneros centrales de la historia del arte occidental. En la modernidad temprana, el retrato se convirtió en una expresión de la individualidad, así como del estatus social e intelectual de las personas; de ahí que los artistas empezaron a experimentar con el autorretrato como una forma de explorar su identidad artística. Del latín retractare, retratar –el hecho de evocar la presencia de una persona o cosa por media de una imagen—es uno de los gestos humanos más esenciales y complejos a la vez. Así, el retrato, por su capacidad de captar la esencia de un ser individual y mantenerlo vivo en nuestros recuerdos, nos invita a reflexionar sobre la relación entre semejanza, presencia, ausencia, identidad y memoria. Al mismo tiempo, el retrato se ha ocupado de otorgarle un rostro a figuras fundamentales del imaginario colectivo, que pueden ir desde la imagen sacra de Cristo y de la Virgen hasta la construcción de héroes y heroínas idealizadas como Simón Bolívar y Policarpa Salavarrieta, entre otros. En este curso exploraremos las funciones del retrato a lo largo de la historia, pero también nos sensibilizaremos frente a las cuestiones relacionadas con la identidad que nos afectan en nuestra cotidianidad: con las nuevas tecnologías digitales no solo estamos permanentemente rodeados de retratos y de “selfies”, sino que los producimos de manera constante. El acto de retratar forma parte fundamental de nuestra cultura visual, pero no siempre se ha considerado su relevancia y, sobre todo, su conexión con una tradición artística de larga data.
Periodo en el que se ofrece el curso
202010
Idioma en el que se ofrece el curso
Español
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